jueves, 20 de septiembre de 2007

Últimos momentos





Ya no me queda voz, ya no me queda tristeza, dejaré de ser patética. Nuevos aires -que slogan tan horrible- , faltaba salir de la ronda de los días iguales. Sé que el nuevo y último primer día de clases -éste luego del 18- será otro drama en mi cabeza, pero es el último, habrá que aprovecharlo como pueda, o como lo aguante. Los hecho de menos, no quiero salir, no quiero olvidarlos como lo he hecho con tanta gente, involuntariamente. Se supone que es otro de los dramáticos procesos de la vida, vaya que duele, sí. Auque suene cursi, aprendí a quererlos, malvados, aprendí a sentir con ustedes, a vivir, a enfocar mis preocupaciones en otros, lo que no significó que me resultara todo lo que me propuse para ello, hice lo posible, sí. Hermanos, olvidemonos los unos a los otros, vivamos lo que se nos viene con ansias de libertad y con metas que motiven a seguir y no nos hundan. Os quiero, os amo, osbio que sí. Soy enojona, llorona, gritona e irritable, pero los llevo adentro, no se cómo, pero lo hago.




De aquí al más allá, o al reencuentro...

lunes, 3 de septiembre de 2007

Torpezas

Ya no soporto más!! quiero verte, quiero escucharte, quiero que hablemos tanto como ayer, dar vueltas por la ciudad, mirar tus ojos alegres y olvidarme de los demás, sentir escalofríos cuando te acercas y tu cara respira cerca de mí, y ponerme nerviosa cuando no estás. Ya no me concentro, no puedo pensar en otras cosas, me cuesta decidir por algo porque lo único que me importa es que estés bien. Soportas mis estupideces y adoro cuando te enojas por mis malos chistes. Solo tú te das cuenta de mis mensajes, pero haces como si no los percibieras, te ríes a escondidas, pero sabes que yo también lo hago con tus gestos. Y no nos damos cuenta de nada, de nadie.

¿Qué me hiciste? Hasta me olvido de que estoy apurada o que tengo mil trabajos para mañana, que debo dos pruebas o que debí estudiar para la interrogación, que no me tocaba química los martes o que los miércoles me voy temprano, o que dijeron que llovería o que ese día dejé mi abrigo en casa.

Y siempre estás rodeado de gente, pero yo no estoy ahí, y me enfurezco, me altero. Te quiero aquí, ahora, conmigo, no tan lejos como sueles ir. Te quiero.

¿Cuánto tiempo más podré soportar?¿Cuánto más me podrás soportar? Me siento torpe, me siento alegre, me siento inútil, algo cansada, algo intrigada, enamorada. Déjame descubrirte como tú lo has tratado de hacer. No permitas que enloquezca por ti.

















El día que diga tantas barbaridades, no seré la misma de ahora, así que, por favor
¿me avisan cuando empiece con los síntomas?