martes, 29 de mayo de 2007

Xoxi.Top

Me sorprendiste!!!

Gracias Sofía por la tremenda sorpresa que me pegué hoy. Tu sabes lo importante que son para mí los amigos, y sobre todo, los que tanto han tenido que soportarme!!

Parece que no hubiera pasado el tiempo, eso sí que es mágico, y lo agradesco, porque muy bien hace tener amigos como tú. Aunque debo reconocer que necesito controlar mis saludos tan efusivos en el metro, creo que es la falta de oxígeno en mi cabeza.

¿Qué haría uno sin los amigos?
Yo no sé.

Saludos a todas esas personitas que logran descifrar mis mensajes, que me soportan día a día, y que, pocas pero buenas, completan mi pequeño mundo.

viernes, 11 de mayo de 2007

Día del Alumno

Pensé que me echaban, que era la previa al desalojo, que me quedaba sin tierra, abandonada a un destino incierto. Y tuve miedo.

Especial fue mi último día del alumno, o más bien dicho, del estudiante. Cada uno con sus libertades, empezando por la “ropa de calle”. Como dijo cierta señora: “los vemos tal cual son”. ¿Y era así? Entonces, cuando escuché sus palabras, entré en pánico: en principio, porque yo fui con uniforme (absurdo argumento, pero no tanto); y segundo, porque tuve la impresión de que éste es el comienzo de una serie de procesos que culminarán en la triste y tradicional despedida, y que también enterrarán más de 10 años de mi vida de un solo golpe.

Un uniforme, tan odiado a veces, ahora lo estoy venerando. Las únicas herramientas que me aseguran el porvenir inmediato son las que otorga el uniforme con sus estilos a la moda o puramente funcionales. Esas son las que identificamos claramente como la rutina, el levantarse cada día antes que la luz entre por la ventana, y a veces antes, para estudiar lo que no alcanzaste por sueño el día anterior, el que te dice que vayas al dichoso establecimiento a plasmar casi la totalidad de tu existencia en una fría silla, que descansa a ratos, pero soporta cada desatino permitido. Aquel que te hace ser igual dentro de tanta diversidad, que te hace ser tú, en cierta medida, porque no te escondes tras caretas económicas, sociales o de otro colorido. Y me di cuenta de que mis mañas no obedecían a un mero gesto de mi voluntad, sino que al terror que me infunde el saber que ésta vestimenta fiel ya no me acompañará, que tendré que tomar mis propias decisiones y no tener que seguir aquellas fuerzas externas tan poderosas que algunos conocemos, las masas (u otros), incluso del hecho de que abandonaré una rutina (tan agotadora a ratos) que tanto nos costó asimilar y que, cuando ya lo hemos hecho, te das cuenta de que el tiempo lo perdiste en eso y no en disfrutar las simplezas que nos ofrecía el día a día. Sentí que, poco a poco, nos quitan las marras, nos dejan experimentar, quieren que volemos, quieren que hagamos nuestros a los aires, buscando imágenes en el exterior que parecen ser prometedoras, pero que esconden profundas transformaciones, temidas ahora, el poder de las decisiones, el ser mayor, el ser libre.

Le temo a elegir, a las decisiones, a la inseguridad que me inunda desde pequeña, a cometer tantos errores infundados o más de los que ahora llevo, a sentir mi inexperiencia a flor de piel, a estar desposeída en un mundo que no perdona pero sí olvida rápidamente, consume vidas y devora oportunidades y esperanzas. No quiero salir de esta burbuja esponjosa, pero me empujan, me presionan, me lastiman, y no se dan cuenta, porque es su labor, allá, acá, en un colegio, en la misma casa, todos se dan vuelta y te encasillan en una sola dirección, y debes ser lo bastante valiente como para ofrecer tu cabeza, tu corazón, y saltar, salir, tomar los desafíos, probar oportunidades, sin desvanecer. Lástima que eso no lo enseñan. Lo único que tenemos, inconscientemente por ellos, o por nosotros, es el ejemplo que cada uno nos entrega allá, en la lejanía frontal de la sala, donde viajan por sus mundos, nos entregan herramientas, pero a la vez formas de vida, de algo más, tal vez sean actitudes, formas, tonos, ideales, conflictos, pasión. Sí, quizás sea así, o mejor será mi escasa imaginación lo culpable.

Quisiera que se detuviera el tiempo, solo por un instante. Aun así me parecería eterno, escaso. Déjenme aquí, no dejen que cambie.

Vagando, en mi mundo.

viernes, 4 de mayo de 2007

Papeles

Incertidumbre, deseos de iniciar caminos que no se analizan, sino que de pronto se detienen, y hacen sufrir. Incertidumbre. ¿Tú me dirás la respuesta? No, no lo creo. Incertidumbre, ¿negación? No, ¿De qué?, la verdad es que controlas lo que piensas, intentas otras tantas, lo real es que no entiendes. ¿Qué risa no? Risa que no tenga nada de literario, que no se entienda, que me desahogue en un pedazo de papel virtual, y que no comprenda en absoluto lo que aquí diga, o a lo mejor, es más de lo que creo. Mi cabeza da vueltas. Mi mente da vueltas, y no sé dónde, ni se dónde me gustaría.


A veces no me soporto.